jueves, 17 de enero de 2008

EL BARRANCO


El Barranco es un profundo valle situado en la vertiente meridional de la Sierra de Gredos. Su altitud, de 500 metros en la parte más baja, en el surco por donde la garganta de Ramacastañas se abre camino hasta el Tietar, alcanza los casi 1400 metros en el Puerto del Pico y los 2028 en el pico del Torozo. Un desnivel de 1500 metros en apenas 15 Kilómetros de distancia.


Las líneas de cumbres dispuestas en forma de cuadrilátero irregular, cierran el valle y lo definen y delimitan. Al norte queda la cadena principal de Gredos en el tramo que va desde el risco de las Morrillas, pasando por el Puerto del Pico hasta el Puerto de Serranillos. Al Oeste, y desde el ya citado Risco de las Morrillas se desprende, en dirección norte-sur, un cordal que separa el valle del Barranco de la cuenca del río Arenal y cutas alturas más importantes son el Cerro de las Campañas, el collado de la Centenera, el cerro de Las Cabezas y la Penca, a partir de la cual pierde rápidamente altura hasta el cerro de las Morcillas y la cuerda del Brezo.

Al Este, cierra el valle un cordal que, con dirección noroeste-suroeste, se desprende de la cadena principal del macizo oriental de Gredos y se denomina Sierra de Cabeza Aguda. Actúa como divisoria de aguas con la garganta Elisa, y va perdiendo progresivamente altura hacia el Sur, por la Sierra de la Abantera y el cerro del Almoclón.

Así, el valle queda perfectamente delimitado por la línea de cumbres de las sierras que lo rodean. Es un valle cerrado, abrigado, orientado al Sur lo cual le confiere unas características geológicas, morfológicas y climáticas ideales, que han contribuido a definir un medio natural cuyas posibilidades de aprovechamiento han ido condicionando las formas de vida, usos y costumbres de los hombres y mujeres que lo han habitado a lo largo de la historia. La morfología del valle y su orientación, los condicionamientos del clima y de los suelos, han propiciado la existencia en el Barranco de una vegetación de extraordinaria riqueza caracterizada tanto por la variedad de especies como por su cantidad y densidad.

Su clima, templado y suave en invierno y fresco y aireado de dulce brisa en verano. Su primavera es pluviosa, cual corresponde a la zona húmeda y templada de la depresión del Tajo. Su otoño, para mí la mejor estación, aúna la deliciosa temperatura media a los melancólicos tonos verdes pálidos y ocres-rojizos, amarillentos, de los pinares, olivares, castaños y robles que en abundancia pueblan montes y praderas de nuestro pueblo. Son excelentes y muy numerosos los arroyos, y sus aguas cantan y riegan por doquier lánchales y pequeños huertos. Componen su paisaje toda la variedad de la flora y fauna, no sólo mediterránea, sino subtropical de la Península. Su orografía es áspera, pero no agria; prueba de ello es la adaptación de árboles como el limonero, naranjo, níspero, etc. Su clima, templado y suave en invierno y fresco y aireado de dulce brisa en verano, bien podemos agradecérselo a la Naturaleza. Su primavera es pluviosa, cual corresponde a la zona húmeda y templada de la depresión del Tajo. Son excelentes y muy numerosos los arroyos, y sus aguas cantan y riegan por doquier lánchales y pequeños huertos. Componen su paisaje toda la variedad de la flora y fauna, no sólo mediterránea, sino subtropical de la Península. Su orografía es áspera, pero no agria; prueba de ello es la adaptación de árboles como el limonero, naranjo, níspero, etc.




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